La seguridad pública
Como madre, a nadie le importa más la seguridad en las calles que a Ysabel. El presupuesto de la policía aumenta cada año, pero seamos honestos: nadie se siente más seguro. No podemos seguir apoyando las mismas políticas y esperar resultados diferentes. Durante demasiado tiempo, los residentes marginados del Distrito 14 han sido los más afectados por el exceso de vigilancia policial, la discriminación racial la violencia sistémica perpetrada por las autoridades policiales. Por eso es hora de adoptar un enfoque audaz e inteligente: abordar las causas fundamentales del crimen, como la pobreza, y promover soluciones impulsadas por la comunidad. Las ciudades más seguras de Estados Unidos invierten en transporte público, educación, empleo juvenil, parques, bibliotecas y la comunidad, no en policía y cárceles.
- Asumir demandas por mala conducta policial: Necesitamos abordar la carga financiera que suponen para los contribuyentes las demandas por mala conducta policial. Necesitamos abordar la carga financiera que las demandas por mala conducta policial imponen a los contribuyentes. Ysabel cree que cualquier dinero utilizado para pagar tales demandas debería salir del fondo de pensiones del LAPD en lugar de los bolsillos de los contribuyentes. Responsabilizar a los oficiales de policía y al departamento por sus acciones incentivará una mejor capacitación y prácticas y, al mismo tiempo, garantizará que el público no sea financieramente responsable.
- Reimaginar la seguridad del tráfico: El sistema actual de involucrar a los oficiales de policía en las paradas de tráfico ha dado lugar a numerosos casos de violencia, discriminación racial y desconfianza de parte de la comunidad. Es por eso que Ysabel quiere establecer una división dentro del departamento de servicios públicos de la ciudad responsable de la seguridad del tráfico. Los trabajadores municipales de esta división realizarán paradas de tráfico de rutina sin portar armas de fuego ni ninguna otra arma, garantizando un enfoque no amenazante ni violento.
- Desmilitarización de la policía: No hay razón por la que el Departamento de Policía de Los Ángeles deba tener tanques o armas de grado militar. Por eso Ysabel aboga firmemente por la desmilitarización del LAPD. Desviar fondos de estas adquisiciones nos permitirá invertir en programas comunitarios importantes que han demostrado reducir el crimen y la reincidencia, como los programas que desvían a los delincuentes no violentos del sistema de justicia penal y los dirigen hacia servicios comunitarios.
- Invertir en la comunidad: Es hora de reevaluar la asignación de recursos para priorizar los servicios y programas comunitarios que aborden las causas fundamentales del crimen, como la educación, la vivienda, la capacitación laboral y la salud mental. Esto involucrará le reasignación de fondos del presupuesto del departamento de policía a estos servicios esenciales.
- Poner fin a la inmunidad calificada: Ysabel apoya la eliminación de la inmunidad calificada, que protege los oficiales de policía de la responsabilidad personal en juicios civiles por violaciones constitucionales.
- Tener voz: Los defensores de la reforma de la justicia penal han trabajado arduamente para romper el ciclo de la escuela a la prisión, poner fin a la reincidencia, denunciar el racismo sistémico, cerrar las cárceles y responsabilizar a la policía. Estos activistas deben tener voz en el ayuntamiento, razón por la cual Ysabel está comprometida con conversaciones y colaboración continuas con organizaciones comunitarias, grupos de defensa y residentes para asegurar que sus voces sean escuchadas e incorporadas en el proceso de formulación de políticas.